Querer o No querer, esa es la cuestión


Tenemos siempre dos opciones a elegir:

O escogemos el miedo o escogemos el amor. Vamos a discernir un poco estos conceptos:

Elegir el miedo significa pensar en aquello que NO queremos mientras que elegir el amor implica elegir lo que SÍ queremos.

Imaginad el siguiente estilo de pensamiento:

- no quiero tener deudas - miedo
- no quiero quedarme solo - miedo
- no quiero caer enfermo - miedo
- no quiero que suceda lo de siempre - miedo

¿Está claro? Son pensamientos paralizantes.

Pues bien, podemos focalizarnos en el "no quiero" que es el miedo o bien focalizarnos en el "(sí) quiero"; los deseos, la voluntad, el amor:

- quiero dinero
- quiero salud
- quiero que suceda sólo lo más conveniente
- quiero atraer personas valiosas
- quiero realizarme profesionalmente
- quiero ser útil a los demás

¿Se nota la diferencia? Cada vez que tomamos consciencia de los pensamientos, debemos saber que trabajamos siempre sobre esta dualidad: el "no quiero" y el "quiero", el miedo o el amor.



Resulta fácil responder: el amor, el sí quiero, el ir para adelante, el superar todo miedo. El ego estará ahí al acecho para impedirnos conseguir lo que queremos y su fuerza es muy grande, tanto que el pensamiento sólo no es suficiente. Los alquimistas solemos echar un elemento más a la fórmula para tener opciones de éxito: la voluntad. Querer o no querer, esa es la cuestión. La voluntad de querer hacer algo es enormemente más poderosa que cualquier razonamiento mental y, si está bien asentada, no hay ego que se le resista. Desarrollar la voluntad está a la base de toda emancipación emocional, por encima de dogmas y creencias de todo tipo. Podríamos decir que para elegir lo que de verdad queremos, basta quererlo de verdad e ir a por ello, ¿o no?

#SalvadorAlbedo
#ProyectoAlbedo

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