Fanatismo
Se piensa que el fanático sea uno que tiene mucha Fe en algo y que se apasiona, a veces exageradamente, en defender su idea. Nada más lejos de la realidad.
El
fanatismo se caracteriza por querer convencer a todo el mundo de la certeza de
su punto de vista, haciendo saltar por los aires un mercado lleno de gente si
es necesario. ¿De qué depende el fanatismo? Veamos, por ejemplo, el fanatismo religioso: uno es fanático en la medida que
que uno mismo NO siente a Dios. Lo afirma a nivel mental pero no se lo cree
internamente, a nivel inconsciente.. Si para mí Dios es sólo un concepto fruto de la mente, tengo que
intentar convencer a todos, porque en el intento de convencer a todo el mundo
estoy intentando de convencerme a mí mismo. Sentiré, claro, la necesidad de hacer
proselitismo, porque aquellas personas que aún no creen son las partes de mí
mismo que aún no creen en esos dogmas que quiero expandir. Como no estoy seguro de lo
que creo en mi interior, intento convencerme a través del exterior, y es aquí dónde se me pueden ocurrir todo tipo de aberraciones. Por tanto,
menos creo en Dios, más fanático soy, hasta el punto de llegar a querer
matar a todos aquellos que no crean en lo mismo que yo, porque; si consigo
eliminar a los que no creen, entonces ya no tengo dudas, no queda nadie que
niegue lo que yo creo que soy, o dicho de otra forma; la mera existencia de personas que no crean lo
que yo digo y que, encima, veo que viven bien y sin especiales problemas, pone en entredicho
directamente mis creencias, mi Fe, mi ego. Mi proceso mental sería más o menos así: "La mía, es la única Fe verdadera y vía de salvación y
felicidad posible. Todos los demás están equivocados y lo demostraré aunque tenga que ser yo la mano ejecutora"
#SalvadorAlbedo
Comentarios
Publicar un comentario